Your cart is currently empty!

Gracias Bati
Bati fue mucho más que nuestra mascota: fue parte del paisaje.
Lo conocían como el gato negro de Santandría, porque siempre estaba ahí, en la ventana, como si cuidara del mar. Vecinos, niños, turistas... todos se detenían a saludarlo, a acariciarlo, a sacarse fotos con él. Su presencia traía calma.
Pero un día, mientras descansaba en su rincón favorito, un grupo de perros que pasaba lo atacó. Hicimos todo lo posible por salvarlo, pero no resistió.
Y se fue, dejando un silencio enorme.
Gracias por detenerte a mirar. Esta historia es la mía, pero tal vez también sea la tuya.
Este mural es nuestro adiós, nuestro gracias, nuestro abrazo en forma de color.
Es una forma de volver a verlo, aunque sea por un instante.
Y también es un homenaje a todos los gatos de Menorca:
los que caminan libres entre los pinos, los que se esconden entre las rocas,
los que cruzan el atardecer como un destello y desaparecen…
dejando atrás algo misterioso, hermoso, y mágico.
Nuestras gracias infinitas por habernos elegido como familia y acompañado siempre.








Gracias por pasar por acá y formar parte de esta historia. Si sentiste algo, compartilo.
*EL ARTE TAMBIÉN ES PUENTE*